La verdad médica sobre la depresión y la ansiedad
Los médicos sólo comprendemos una enfermedad cuando nos ponemos en los zapatos del paciente, sobre todo si logramos entender su sufrimiento. Mi nombre es Adriana Fandiño, soy médico, pero les cuento mi historia, no como médico, sino como paciente. Yo tuve depresión y ansiedad, de hecho, fui diagnosticada con un trastorno mixto ansioso depresivo. Bueno, eso fue lo que dijo el psiquiatra. En este artículo le voy a demostrar que hay un mundo escondido detrás de los trastornos mentales, que probablemente lo dejará con la boca abierta.
Antes de continuar, si prefiere conocer mi historia sobre depresión y ansiedad en video, aquí dejo el enlace. Si prefiere leer, por favor continúe leyendo.
Mi historia con los trastornos mentales
Yo tenía una vida perfectamente normal hasta los 18 años. Para esa época entré a la universidad y de repente empecé a sentir que la vida me quedaba grande. Había unos días más duros que otros, pero algunos eran insoportables. Lloraba y lloraba por razones insignificantes. Y había momentos en los que sentía un desespero terrible, ganas de salir corriendo y sentía que me iba a explotar. Estaba perdiendo el control de mis pensamientos y emociones. Con el tiempo aprendí que eran ataques de pánico combinados con depresión.
Un día me di cuenta que era hora de pedir ayuda, sola no iba a poder. Decidí que era el momento de ir al médico y él me remitió al psiquiatra. En medio de mi llanto le conté cómo me sentía, él escuchó, la verdad dijo muy poco y luego concluyó que yo sufría de un trastorno mixto ansioso depresivo, que necesitaba tomar varios medicamentos que regularían mi estado de ánimo y que debía asistir a terapia una vez por semana.
Mi experiencia con la terapia y los medicamentos psiquiátricos
Tomé muchos medicamentos: antidepresivos y ansiolíticos. En las terapias básicamente lloraba y hablaba sobre mi vida. Como en las novelas, el psiquiatra me pasaba pañuelos y me dejaba hablar. Terminando la terapia me preguntaba cómo me sentía con los medicamentos ajustaba la dosis.
Si lo miro en retrospectiva, tal vez no me tocó el mejor psiquiatra. Sin embargo, un buen profesional, además de escuchar al paciente, tratará de enseñarle herramientas para entender mejor lo que ocurre en la vida y algunos trucos para manejar las emociones. En pocas palabras le ayudarán a ver el vaso medio lleno y no medio vacío.
Muchos de estos medicamentos necesitan tiempo para funcionar, por lo que se debe tener paciencia y constancia. Pero debo ser sincera, pasado el tiempo, sí hubo cierta mejora, pero era mínima. Sin embargo, yo seguí con todas sus recomendaciones al pie de la letra.
Más de un año después, el psiquiatra dijo que ya no necesitaba más terapia, ni medicamentos. Claro, yo ya no lloraba en las citas y ya había contado bastante sobre mi vida. Pero me seguía sintiendo mal, algo dentro de mí no funcionaba bien, yo no me sentía normal. Sin embargo, el doctor había dicho que todo estaba bien, así que decidí seguir con mi vida.
Por lo tanto, entiendo muy bien a todos los que han pasado por situaciones como esta. Es como vivir en una pesadilla que no termina. Pero mi historia apenas comienza, ya que lo que aprendí en los siguientes años fue lo que me llevó a contar mi historia.
Mientras estudiaba en la universidad, aprendí que había muchas enfermedades que podían causar trastornos mentales. Me sorprendí al saber que nunca me habían realizado exámenes antes de diagnosticarme y medicarme. Así que decidí realizar exámenes por mi cuenta.
Y los resultados fueron contundentes. Sí tenía una enfermedad muy común que estaba afectando mi cuerpo y mi cabeza. Y lo más impresionante es que una vez inicié el tratamiento, en poco tiempo noté una mejora considerable, hasta el punto que hoy día le puedo asegurar que no sólo estoy libre de depresión y ansiedad, ahora soy una persona feliz.
Otros casos de depresión y ansiedad
Antes de seguir hablando de mi caso y contarle cuál es mi enfermedad, le voy a contar sobre otras patologías que también pueden producir trastornos mentales.
Depresión en Canadá
La Asociación de Salud Mental de Canadá, afirma que una de cada cinco personas tiene alguna enfermedad mental. También se ha visto que varias personas son resistentes a los tratamientos con medicamentos psiquiátricos, esto quiere decir que sus síntomas no mejoran o mejoran muy poco.
Todos los años se realizan varios estudios con el fin de determinar la causa de los trastornos mentales. Uno de los hallazgos es que un tercio de la población en Canadá tiene déficit de vitamina D, la cual produce depresión, entre otros síntomas.
La mayoría de la vitamina D se obtiene por la exposición al sol. Así es, cuando la piel entra en contacto con la luz ultravioleta del sol, se estimula la producción de vitamina D. Se ha demostrado que los pacientes con depresión y déficit de vitamina D, mejoran notablemente sus síntomas con el suplemento de esta vitamina. La ubicación de Canadá, sumado a las estaciones, su clima y el estilo de vida, hacen que las personas no expongan su piel al sol lo suficiente. Por supuesto, este problema no ocurre sólo en Canadá.
¿No le parece increíble que algo tan simple como la falta de sol pueda tenerlo deprimido? Claro, no todos los casos de depresión tienen una causa y solución así de simple.
Enfermedades graves que producen depresión y ansiedad
Le voy a contar sobre un caso real que me duele, porque es un ejemplo de cómo a veces los médicos pasamos por alto los síntomas de un paciente con consecuencias nefastas. Una mujer de 36 años llevaba sufriendo de depresión y ansiedad por más de 15 años, incluso se encontraba medicada. Los últimos seis meses no se sentía bien y cuando se tomaba la presión arterial, ésta se encontraba elevada. Los médicos le decían que su tensión elevada era causada por su ansiedad.
Un día empezó a tener tos y ahogo, y al estar sola decidió llamar un familiar para contarle que no se sentía bien. Durante la conversación perdió el conocimiento. Cuando llegó la ambulancia la encontró sin signos vitales, es decir había muerto. Al realizarle la necropsia para verificar la causa de su muerte, encontraron que tenia un tumor de ocho centímetros, que ningún médico había descubierto mientras vivía.
Se trataba de un tipo de tumor conocido como feocromocitoma, que se encuentra en las glándulas suprarrenales, que produce depresión y ansiedad entre otros problemas muy graves. Durante todos los años de sufrimiento, e incluso durante los últimos seis meses no se le realizaron exámenes complementarios para descartar alguna enfermedad que pudiera estar causando sus síntomas. Cuando estos tumores son encontrados a tiempo, puede retirarse y la persona puede seguir con una vida normal libre de depresión y ansiedad.
Bueno, el feocromocitoma es una enfermedad muy rara. Sin embargo, a lo que quiero llegar con este ejemplo, es que es muy importante buscar una causa a la ansiedad y la depresión. En general, los trastornos mentales e incluso los cambios de temperamento sin razón pueden ser señales que algo no se encuentra bien. Claro, en algunas personas no existe una enfermedad de base que cause estos problemas, en dichos casos lo correcto es seguir el tratamiento psiquiátrico. Pero cada día la ciencia evoluciona, demostrando que muchos trastornos mentales pueden tener una causa orgánica.
Las causas más comunes de trastornos mentales, son los desórdenes hormonales. ¿Ha escuchado usted sobre la depresión post parto? Tenga en cuenta que durante estos procesos las mujeres pasan por cambios hormonales que las pueden hacer sentir muy mal. Por eso, cuando vea a una mujer con cambios de humor durante y después de su embarazo, no sea tan ingenuo de pensar que son caprichos. Pero estos cambios hormonales no ocurren únicamente con los embarazos, ni sólo en las mujeres. Tanto hombres como mujeres, a cualquier edad pueden sufrir de problemas relacionados con sus hormonas, tales como problemas en la tiroides, la diabetes, la menopausia y otros.
Además de la deficiencia de vitamina D, algunos tumores y los problemas hormonales, existen muchas enfermedades que pueden causar trastornos mentales. La idea de este video no es enumerarlas todas, sino alertarlo sobre la importancia de investigar las verdaderas causas que pueden producir síntomas psiquiátricos.
¿C?MO SE reconoce LA DEPRESI?N Y LA ANSIEDAD?
Es normal que diferentes situaciones de la vida nos causen tristeza, esto no es una enfermedad sino una característica que nos hace humanos. Sin embargo, aunque la depresión hace que la persona sienta mucha tristeza, no se trata de un sentimiento sino de una enfermedad que lo hace sentir muy mal todo el tiempo, hasta el punto que sus actividades diarias se ven afectadas, cambiando la forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos.
La depresión no se cura con una conversación ni yendo a un parque de diversiones, y tampoco puede recuperarse de la noche a la mañana. Además, la depresión a diferencia de la tristeza, puede aparecer sin causas aparentes.
Por otro lado, la ansiedad nos sirve en ciertas situaciones de la vida para mantenernos alerta. Pero el trastorno de ansiedad es una enfermedad en la que el individuo pierde el control sobre sus emociones y se siente extremadamente nervioso en situaciones cotidianas. Algunos detonantes como ruidos fuertes o hasta un cambio de planes pueden terminar rápidamente en un ataque de pánico.
Lo más difícil que pueden tener estas enfermedades, es que, en ocasiones, las personas no aceptan que están sufriendo de un trastorno emocional y lo atribuyen a situaciones de la vida. Desafortunadamente nuestra sociedad no las reconoce como una enfermedad, sino como una debilidad, haciendo que las personas se encierren en su sufrimiento. Incluso, muchas veces los mismos familiares lo esconden. Pero esta es una forma de pensar que debemos eliminar de nuestra cultura. Así como las personas no esconden cuando sus padres tienen hipertensión, no hay porqué esconder cuando alguien tiene depresión.
De hecho, muchas veces las enfermedades tienen una base genética y por eso es importante alertar a los demás, así otros miembros de la familia pueden estar atentos a los síntomas y facilitar un diagnóstico y tratamiento. Por lo tanto, el primer paso es aceptar. Yo tuve depresión y ansiedad y no lo escondo, no lo haga usted tampoco.
¿Qué hacer cuando alguien tiene depresión o ansiedad?
- Si usted conoce a alguien que tiene depresión o ansiedad, tenga mucho cuidado con lo que dice, no menosprecie sus sentimientos. Algunas frases como ??usted lo tiene todo en la vida, no tiene por qué sentirse así? además de ser inútiles, hacen sentir peor al paciente porque lo hacen sentir culpable. En su lugar, escuche a la persona y comprenda que se trata de una enfermedad que debe ser investigada y tratada por profesionales.
- El siguiente paso es ir donde un médico y contarle todo lo que usted siente. Soy consiente que habrá médicos que de entrada le dirán que es algo psiquiátrico y no le realicen ningún tipo de estudio con el fin de descartar una causa orgánica. Incluso habrá otros que le darán el discurso de ??usted lo tiene todo en la vida?. Pero afortunadamente hay muchos médicos muy buenos que sí se interesarán en su bienestar y como primera medida buscarán una causa.
Sí, normalmente estas enfermedades toman tiempo en descubrirse y solucionarse, por lo tanto, usted debe ser juicioso y constante con lo que diga su doctor. Cuando usted no vea resultados, infórmele a su médico. Pasado un tiempo prudencial, si usted no ve ninguna mejora, no dude en buscar un nuevo doctor.
Volviendo a mi caso, es verdad que sufrí mucho, pero me alegra estar aquí para alertarlo a usted y a otros médicos. La salud que tengo ahora me permite disfrutar cada momento de mi vida y darme cuenta que vale la pena luchar para sentirse bien. Desde las cosas simples como jugar en el parque, hasta los días difíciles, vale la pena vivir cuando se tiene salud.
Quiero contar todo sobre mi enfermedad, ya que es muy frecuente y he aprendido mucho sobre ella. En mi caso se trata de una deficiencia hormonal de la tiroides, llamada hipotiroidismo, que no se manifiesta igual en todas las personas y puede volverse muy grave si no es tratada.